ESTILOS EN LA NATACIÓN

Los cuatro estilos básicos de natación son crol (libre), espalda (dorso), braza (pecho) y mariposa. Cada uno de ellos tiene una técnica totalmente distinta y una dificultad también variada; pues en algunos de ellos se necesita de más esfuerzo.

Crol (libre): En crol o libre realizamos una acción de brazo y pierna que de manera alterna nos impulsan en mayor o menor medida, dependiendo siempre de la intensidad que le damos. Aunque puedes regular tu intensidad, necesitamos un mínimo de esfuerzo porque una de las partes más importantes de este estilo es permanecer en posición recta, el brazo dentro del agua está empujando, por lo que nunca dejamos de tirar. Crol es el estilo más extendido, pues no requiere de un exceso de técnica, pero sí que puede entrenarse duro en la piscina, además de ser bastante cómodo.

Espalda (dorso): Para hacer bien el estilo de espalda es necesario un mínimo de técnica y es posiblemente el estilo más incómodo; pues es el único en el que la posición es inversa y requiere de sumergir la cabeza boca arriba en el agua. Sin embargo, resulta muy satisfactorio aprender a realizar espalda y nadar con este estilo.

Braza (pecho): Este es el estilo más fácil de efectuar teniendo en cuenta el esfuerzo. Personas adultas e incluso con dificultades motrices pueden ejecutarlo sin gran ayuda, además, en la técnica de movimiento no tiene un empuje como el resto y su recobro se hace dentro del agua. Es bastante relajante tras un duro entrenamiento.

Mariposa: Este es el estilo que más cansa y no se recomienda que sea ejecutado por personas con problemas de espalda,  pues en mariposa involucramos mucha intensidad para efectuarlo, además de que es necesaria una condición física moderada para poder entrenarlo en condiciones; por ello es uno de los estilos más rápidos pues las brazadas abarcan más espacio y empleamos una fuerza mayor (empujamos con ambos brazos y piernas a la vez).

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