EL ARTE DE NADAR

  MI EXPERIENCIA AL ENTRENAR

Su origen es ancestral, en algunos jeroglíficos egipcios del 2500 a. C. se refleja la importancia del arte de nadar en esta civilización. En Grecia y Roma antigua, nadar formaba parte del entrenamiento militar y saber nadar era una característica que otorgaba distinción.

Los cuatro estilos básicos de natación son crol (libre), espalda (dorso), braza (pecho) y mariposa. Cada uno de ellos tiene una técnica totalmente distinta y una dificultad también variada; pues en algunos de ellos se necesita de más esfuerzo.

PRINCIPALES BENEFICIOS Salud mental y emocional: El oxígeno que utilizamos para nadar activa nuestro cerebro y libera toxinas. Al concentrarnos en la respiración, nuestro cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés. Esa inyección de endorfinas, la hormona del placer, también reduce los niveles de ansiedad y mejora el estado de ánimo. Es un ejercicio completo: Nadar emplea dos tercios de los músculos del cuerpo, potenciando la fuerza y la resistencia. Además, desgasta menos las articulaciones que otras prácticas deportivas, porque el cuerpo, al estar flotando, no recibe el impacto de superficies duras. Si practicas crol o espalda (dorso), tonificas fundamentalmente bíceps, tríceps, deltoides, glúteos, intercostales, abdominales y pectorales. Si optas por el nado de braza (pecho) o mariposa, entonces ejercitas más los pectorales, deltoides, bíceps del tronco superior y cuádriceps e isquiotibiales del tronco inferior. Mejora el aparato respiratorio y cardiovascular: Al nadar,